Wladimir Valladares, fundador del negocio local “Depósito Cafetero”, cuenta la historia de su emprendimiento y cómo pudieron superar todas las dificultades con el apoyo Sercotec y Pyme Activa.
“Depósito Cafetero” es una pequeña empresa de tosta
duría de café de especialidad que trae este producto desde países como Perú, Colombia, Guatemala y Brasil. “Lo hemos ido tostando acá y distribuyendo en la ciudad” explica su fun
dador, Wladimir Valladares.
El año 2019 partieron con el proyecto gracias al apoyo de Capital Semilla de Sercotec. Sin embargo, justo después vino el estallido social y, con ello, varias dificultades, “trajimos una tostadora de Turquía, pero por el Covid fue complicado dar la puesta en marcha”, señala Wladimir. Pese a todo, se esforzaron por comercializar su café a través de las redes sociales durante la pandemia “nos pedían harto y como teníamos las autorizaciones, siempre andábamos haciendo entregas”, agrega.
Con el tiempo fueron perfeccionando su m
odelo de negocios y postularon al Capital Crece de Sercotec, lo que les posibilitó comprar más maquinaria y, con ello, ingresar a los restaurantes y cafeterías locales “algunas las entregamos en comodato al Inacap, al Aroma de Chimúo, al Patagonia y en el Café del Desierto” señala el empresario.
En eso estaban cuando postularon a Pyme Activa “me mostraron los software que hay en el mundo y que ayudan a los emprendedores. Impusimos bien la marca en Google, empezamos a usar un software para imprimir boletas y aprovechamos el apoyo”, cuenta contento el fundador de este negocio local.
Hoy, Valladares dice que la tecnología es clave para los emprendedores, ya que al tener que hacer de todo “nos ayuda a tener un buen inventario financiero o a llevar una cartera de clientes. Hoy en día la tecnología está al alcance de la mano y le sirve a todos los emprendedores. Sin tecnología, es difícil emprender”, concluye.